Llámalo gordofobia, llámalo X

Bienvenidos a mi primera entrada de blog y como os prometí en él voy a abrirme en canal, voy a hablar de temas de actualidad, voy a dar puntos de vista personales y todo relacionado con El Mundo de las bodas.


Voy a comenzar, ya que en la Bendita-letter he tocado el tema de mi boda, este blog irá dedicado a lo que viví hasta llegar al día de mi boda.


Os pongo en contexto me piden matrimonio y lo primero que piensa una es en su vestido o en ese momento, es casi lo primero en lo que pensé lo que no me imaginaba era lo que venía después, entonces yo vivía en Sevilla y me tocó organizar mi boda desde la distancia fue ahí cuando comprendí lo difícil que era encontrar a alguien que entendiera realmente tus necesidades y que entendiera realmente lo que tú querías transmitir ese día porque al final cada una ve las cosas desde su atalaya y no se para a ver qué necesidades reales tiene la otra persona es ahí un poco cuando se va gestando bendita novia, de ahí mi implicación emocional con cada una de vosotras, de ahí mi insistencia en que seáis libres y toméis nuestras propias decisiones y disfrutéis sobre todo que disfrutéis de ser quienes sois.


Cuando llega el momento de buscar vestidos pensé que sería algo tipo Julia Roberts en Pretty woman, que yo iba a ir paseando por las calles del centro de Málaga y que en cada tienda me irían haciendo la pelota, cuando entro en mi primera tienda me sientan, me ponen un álbum de vestidos por delante, y me dicen que elija, que sea libre y que elija. Elegí vestidos y cuando entro al probador me sacan los únicos vestidos que no había elegido, pregunté que por qué no podía probarme los vestidos que había elegido sí quizás no los tenían disponibles en ese momento me dieran cita para otro día, ya que eran los que quería probarme, la respuesta es que esos vestidos no los tenían de mi talla y que los vestidos que me sentirían mejor eran los que me habían sacado al probador. Te cuento un poco cómo eran los vestidos que me habían propuesto, faldas enormes que taparan mis “enormes caderas” corsés de palabra de honor para que mi pecho entrara, totalmente lisos sin nada de pedrería porque así disimularía todas esas partes que no queremos enseñar ¿Verdad? Por un momento acepté ese trato creí que la culpa era mía por tener una talla 46 les dije que gracias, pero que me gustaría verme otro tipo de vestido que yo quería enseñar mi cuerpo, que estoy contenta con mi cintura, que estoy contenta con mis caderas, y bueno me sacan una opción que me ponen con dos alfileres en los hombros para que pueda visualizarme, y creí que eso era así realmente, me hicieron creer que no merecía otro trato. Bueno, salgo de esa tienda, decido seguir mirando y llego a la tienda donde me compré mi vestido ,y ahí si realmente viví una experiencia completa de novia. Realmente me pude probar los vestidos que me gustaban, me atendieron súper bien, en ningún momento quisieron esconder mi cuerpo, entonces entendí que yo era una persona normal, que no estaba loca por querer llevar escote en la espalda, que no estaba loca por querer ceñir mi cuerpo a lo Jennifer López, que no estaba loca por querer ser sexy con una talla 46, ahí como he dicho antes se iba gestando algo dentro de mí, yo iba creando una experiencia yo sabía que yo no podía ser la única a la que habían tratado así y entonces tengo que deciros que no existían los de mujer real, chicas curvy ni tenía un referente como ahora en las redes sociales.

Bueno, pero esto no es todo, surge un problema por llamarlo de alguna manera, estaba claro que todo no iba a ser tan fácil para una chica como yo, en aquel momento mi talla se consideraba especial y a partir de la talla 46 había que pagar un plus. Aquí es donde entra el primer personaje de mi historia, la persona que me regala el vestido, esa persona con toda su buena intención me anima y me pone como reto no tener que pagar ese plus porque al final, para qué vamos a ser hipócritas, al final siempre pensamos que con dos o 3 tallas menos nos veremos mejor, al final nos convencemos de que esas personas hacen esos comentarios porque nos quieren y así es más fácil para ti para seguir junto a esa persona porque la quieres.

¡Reto conseguido! No se pagó ese plus por mi vestido a costa de mi salud, básicamente aparentemente puede parecer en aquel momento que estaba bien, pero no lo estaba, estuve 9 meses a barritas sustitutivas y Coca Cola para poder sobrevivir a mi ritmo de trabajo solo desayunaba porque claro el mito de “desayuna lo que quieras porque lo gastas durante el resto del día” es algo que todas sabemos.


Toda mi vida he sido una chica criada en la cultura de la dieta y es cierto que frases como «para estar guapa hay que sufrir» formaban parte de mi vocabulario habitual.


Es después cuando una crece, empieza a leer y se informa ve que algo no funciona, entiende que esas frases no son reales, que para estar guapa no hay que sufrir, que para ponerte un vestido de novia no tienes que adelgazar o engordar, que para ponerte un vestido ceñido no tienes que tener la talla 38, que para cuidarte no tienes que restringir ninguna comida. Que no se trata de amarse de fuera hacia adentro, se trata de cuidarse desde el amor que te tienes, así que chicas primero para cuidaros tenéis que quereros, tenéis que respetaros, tenéis que miraros al espejo y aceptar todas las partes de vuestro cuerpo, y cuando estés ahí disfruta de ir al gimnasio, disfruta de salir a correr, disfruta de comer, disfruta de una ensalada, disfruta de una hamburguesa, disfruta de ti.

Este es mi primer blog y como podéis ver me he abierto el pecho y he registrado hasta lo más profundo porque quizás contando mi verdad, mi experiencia puede ayudar a otras personas que estén en un punto perdido o que tengan miedo realmente a decir lo que piensan porque creen que puedan ofender a las personas que están a su alrededor y miran antes por esas que por ellas mismas.

Sobre la autora

Sarai

Llevo más de 14 años dedicándome a la peluquería y al maquillaje. Si te ha gustado esta entrada y quieres saber más de mi sígueme en Instagram.

Comentarios

6 Comentarios

  1. Paloma Briñas

    Creo que al final interiorizamos lo que la gente te quiere que hagamos. La cultura de la manada, del terror por no destacar, por que no te sientan y no te hagan diferente se ha convertido en algo DEMASIADO NORMAL, en nuestro día a día.

    Enhorabuena por permitirte ser TU.

    Bendita catarsis

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  2. Carmen

    Eres increíble. Gracias destino por ponerte en nuestros caminos!!!! ❤️

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  3. PRONOVIAS MALAGA

    Eres increíble. Gracias destino por ponerte en nuestros caminos!!!! ❤️ C ❤️

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  4. Sara S.M.

    Bravo por tu primer blog!

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  5. Chelo Moreno

    Siento mucho que tuvieras que pasar por esa situación tan desagradable, ojalá algún día dejen de ocurrir situaciones así y gracias por compartirlo, y por crear contenido de calidad y que sirve

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  6. Bethi

    Eres una persona maravillosa. Me alegro muchísimo de haberte encontrado, no podría estar en mejores manos ♥️

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